La importancia del Time Management
Una de las habilidades más efectivas que podemos tener es la gestión del tiempo. Si no administramos bien este recurso, no hay forma de alcanzar nuestros objetivos en el trabajo y la vida fuera de él. Claro, podremos progresar un poco, pero será una batalla cuesta arriba si no nos lo tomamos en serio. Para las personas que malgastan y pierden las horas que tienen, saben lo difícil que puede ser lograr metas, no importa quién sea, puesto, edad, ingresos, etcétera, el tiempo es el mismo, ya que es el mayor ecualizador en la vida. Además, no se trata de cuánto tiempo tienes, sino de la eficacia con la que lo gestionas.
Entonces, si nos tomamos en serio el logro de nuestros objetivos, no solo necesitamos establecer metas de la manera correcta, sino que también debemos tomar en serio evitar las distracciones y estar demasiado inmersos en los malos hábitos que sabes que debes dejar, como la procrastinación, en el post ¿Tú también procrastinas? te dejamos algunos tips útiles que ayudarán a evitarla y otras prácticas entorpecedoras.
El truco está en encontrar un buen sistema de manejo del tiempo y trabajarlo, si bien es cierto que hay muchos, depende de nosotros cuál elegir. Así que si no quieres formar parte de la estadística del 92% de las personas que no logran sus objetivos a largo plazo, entonces hay que prestar atención a cómo usamos el tiempo que tenemos. Aquí te dejamos algunos consejos:
El equilibrio es clave: Si carecemos de equilibrio en nuestra vida, nos sentiremos estresados. Incluso si somos capaces de hacer malabares con las responsabilidades de manera efectiva, sin un equilibrio adecuado llegaremos finalmente a un punto de ruptura. Por lo tanto, es importante no solo seguir un sistema que ayudará a hacer las cosas, sino también uno que priorice el tiempo personal, familiar, de trabajo y amistades.
Establecer objetivos de la manera correcta: Si no establecemos las metas de una forma eficaz, entonces faltarán los objetivos adecuados, lo que obligará a desviarnos. Pero cuando los configuramos adecuadamente, el cielo es el límite. Aseguremonos de tener significados profundos para anhelar alcanzarlos.
Tomar descansos: Un estudio sugiere que deberíamos trabajar durante 52 minutos y descansar durante 17. Es posible que no tengamos el lujo de hacerlo, pero debemos tomar descansos frecuentes. Si eres emprendedor trabajando para ti mismo, esto es crucial. Es fácil correr con humos y ni siquiera saberlo. Mantengamos los estados mentales, emocionales y físicos en niveles óptimos.
Meditar o hacer ejercicio todas las mañanas: Es posible pensar que esto no ayudará a administrarnos mejor, pero da equilibrio. Observa como eliminar las toxinas de nuestras vidas y tomar en serio la meditación y el entrenamiento, cambia la energía, resistencia y enfoque mental drásticamente.
Hacer listas de tareas: Empezando por observar nuestros objetivos y ver lo que podemos hacer para acercarnos. Al hacer listas de pendientes, estamos estableciendo efectivamente las metas para el día, que son más fáciles de alcanzar y nos ayudan a avanzar hacia fines más grandes.
Encontrar inspiración cuando te sientas mediocre: Encuentra o vuelve a tu fuente de inspiración. Es difícil mantenerse en el camino cuando perdemos ese impulso dentro de nosotros, así que mejor encuentra formas de volver a encender la chispa.
Organizar y ordenar: Estudios han determinado que el desorden en nuestro entorno nos ayuda a perder el enfoque. Cuando perdemos el foco, perdemos tiempo, así que si queremos evitar eso, ordenemos y organicemos. No todo de una vez, empieza poco a poco. Un cajón hoy, un estante mañana, tal vez un armario al día siguiente. Así construimos impulso y eventualmente nos convertiremos en un maestro organizador.
Priorizar: Usa la Regla 80-20 establecida originalmente por el economista italiano Vilfredo Pareto, quien señaló que el 80% de la recompensa proviene del 20% del esfuerzo. La clave para priorizar es aislar e identificar ese valioso 20%. Una vez identificado, prioricemos el tiempo para concentrar nuestro esfuerzo en aquellas cosas con mayor recompensa. Puedes ser por fecha de entrega, urgencia, etc., el método que tenga más sentido.
Recompénsate a ti mismo: Incluso para pequeños éxitos, celebremos el logro de los objetivos. Prométete una recompensa por completar cada tarea o terminar el trabajo. Entonces cumple la promesa y disfruta del premio. Hacerlo te ayudará a mantener el equilibrio necesario.
Aprende a decir no: Una palabra tan pequeña y tan difícil de decir. Debemos estar convencidos de que nosotros y nuestras prioridades son importantes, esa parece ser la parte más difícil de aprender a decir "no". Una vez convencido de su importancia, decir "no" a las personas y tareas sin relevancia se vuelven más fáciles de afrontar.
Como dice Ann McGee-Cooper: "Si aprendemos a equilibrar la excelencia en el trabajo con la excelencia en el juego, la diversión y la relajación, nuestras vidas se vuelven más felices, saludables y mucho más creativas."