Da el ejemplo desde arriba.

Los empleados que trabajan contentos son un 12% más productivos. Tu estilo de gestión influye mucho en el rendimiento de los empleados y del negocio. Los mejores líderes actúan de forma consciente y deliberada, y reflejan los valores de la empresa. Si quieres perfeccionar tu estilo de gestión y sacar lo mejor de cada empleado, no te pierdas estas cinco prácticas y las claves para dominarlas:

1. Lidera con empatía: Liderar con empatía significa fomentar un entorno de trabajo en el que las personas se sientan a gusto y puedan dar lo mejor de sí mismas. ¿Cómo? Centrándote en las necesidades de los empleados. Si les demuestras que la empresa se preocupa por ellos, tendrán buenos motivos para invertir su tiempo y su energía en ella.

87% de los directores ejecutivos creen que la empatía repercute en los resultados financieros de la empresa (Fuente: Businessolver, State of Workplace Empathy 2018).

Ponte en piel de los empleados:

Escucha atentamente: La clave de la empatía está en escuchar. Cuanto más escuchas a una persona, más fácil es ponerte en su lugar.
No des nada por hecho: Demuestra que te preocupas. Haz preguntas a los empleados para entender la situación antes de hacer suposiciones. Usa frases como «Me da la impresión de que te sientes…» para que los empleados puedan corregirte si ha habido algún malentendido.
Brilla por tu presencia: Interpretar las emociones y reaccionar con empatía no resulta fácil por email. Haz reuniones en persona o por videollamada para hablar cara cara con los empleados que estén fuera de la oficina.

2. Acepta los cambios: Los mejores líderes no se quedan de brazos cruzados. Defienden el cambio porque saben que el mundo laboral evoluciona a gran velocidad y transmiten a los empleados sus ganas de innovar y mejorar. Esto es fundamental sobre todo en el ámbito tecnológico. Los líderes que apuestan por las nuevas tecnologías se posicionan a la vanguardia, algo muy importante para atraer y retener a los mejores profesionales. Así los colaboradores perciben que das valor a la innovación y trabajas para que la empresa mire hacia el futuro.

80% de los profesionales afirma que el uso de las últimas tecnologías es un factor clave al elegir una empresa (Fuente: Randstad, A Formula for Success from Today’s Most Profitable Companies).

Abre tu mente a los cambios:

Involucra a los empleados: Los empleados que están en contacto directo con los clientes y las herramientas saben mejor que nadie lo que funciona y lo que no. Dales facilidades para compartir sus opiniones y sugerir posibles soluciones. Elogia las mejores ideas para animar a los demás a involucrarse.
Fomenta la experimentación: Todos los cambios conllevan algún riesgo. Es importante que salgas de la zona de confort y que animes a los empleados a hacer lo mismo, asumiendo riesgos calculados. Explícales claramente en qué casos pueden tomar la iniciativa y permite cierto margen de error.

3. Actúa como mentor: Cualquier líder sabe que no ocupará su puesto eternamente, por eso debes pensar a largo plazo y formar a alguien que pueda sustituirte. Los grandes líderes se involucran en el desarrollo profesional de sus empleados y los ayudan a progresar. De esta forma, queda claro que la empresa y los responsables se preocupan por el futuro de su plantilla. Además, invertir en formación es una manera de evitar que los empleados se marchen y se lleven sus conocimientos con ellos. Así, los colaboradores sentirán que das importancia a su desarrollo profesional y quieres ayudarlos a progresar en la empresa.

63% de los millennials creen que su empresa está desaprovechando sus aptitudes de liderazgo (Fuente: Human Resources Professionals Association, HR & Millennials: Insights Into Your New Human Capital).

Apoya el desarrollo de tus empleados:

Identifica las aptitudes necesarias: Anticipa las aptitudes y conocimientos que serán necesarios para el futuro de la empresa, así podrás acelerar el proceso de selección cuando llegue el momento.
Da prioridad al desarrollo profesional: Ayuda a los empleados a planificar su trayectoria en la empresa y dales oportunidades para avanzar profesionalmente: desde programas estructurados de formación en liderazgo hasta sencillas sesiones de orientación sobre la marcha.
Promueve la orientación entre generaciones: Aprovecha los puntos fuertes de cada generación para descubrir a los líderes del mañana e impulsar la innovación.

4. Agradece distintos puntos de vista: El consenso no siempre es sinónimo de armonía. De hecho, la clave del éxito de muchas empresas está en que sus empleados pueden expresarse con libertad. Los grandes líderes no huyen de los desacuerdos, sino que los consideran una oportunidad para mejorar. Cuando los empleados pueden dar su opinión abiertamente, sin temor a represalias y sin sentir vergüenza, los líderes pueden tomar nota de los problemas y atacarlos de raíz.

Los empleados que se sienten escuchados tienen 4,6 veces más probabilidades de animarse a dar su mejor versión (Fuente: Salesforce, New Research: How Leading with Equality and Values Impacts Your Business).

Escucha los comentarios desde una postura neutral y evita el impulso de interrumpir aunque no estés de acuerdo:

Pide segundas opiniones: Valora las ideas de los empleados para abordar cualquier iniciativa desde distintos puntos de vista. Así no dejarás nada al azar.
Promueve una comunicación abierta: Deja la puerta abierta a los empleados para que acudan a ti cuando tengan problemas o propuestas, pero piensa también en aquellos que no se sienten cómodos con la comunicación en persona. Para dar voz a todo el mundo, recalca que pueden hablar contigo por otros medios, incluso por email.
No te lo tomes como algo personal: Como responsable, tu reputación está ligada al rendimiento del negocio. Si te tomas los comentarios negativos como un ataque personal, será más difícil aceptarlos. Recuerda que esto no es sobre ti, sino sobre la empresa.

5. Fomenta una plantilla multigeneracional: La mayor parte de la fuerza laboral de hoy pertenece a cuatro generaciones. Por desgracia, los prejuicios y la discriminación por edad siguen siendo una realidad… Todas las generaciones tienen algo valioso que aportar al puesto que sea, y las empresas que sepan aprovechar el gran abanico de aptitudes que ofrece una plantilla diversa podrán llegar muy lejos. No dejes pasar la oportunidad y piensa cómo puedes estructurar los departamentos de forma que haya un equilibrio entre los profesionales con más y menos experiencia, así podrán aprender unos de otros. Así, los colaboradores percibirán que ves el potencial de los empleados de todas las edades y sacas partido a sus cualidades.

89% de los profesionales de la selección de personal afirma que contar con una plantilla multigeneracional contribuye al éxito de la empresa (Fuente: LinkedIn, Tendencias internacionales en selección de personal para 2020).

Promueve la diversidad en las contrataciones:

Olvídate de los prejuicios: Los estereotipos generacionales pueden llevarte a dejar fuera a grandes candidatos con sus correspondientes aptitudes. Es más, quizá te lleves una sorpresa. A veces los jóvenes pueden ser más maduros en el plano emocional y los mayores lanzarse más fácilmente a la innovación.
Acerca a empleados de todas las edades: ¿Cómo van a beneficiarse de la experiencia de los demás si no hay interacción? Habla más con las personas que no sean de tu círculo habitual y anima a los empleados de todas las edades a relacionarse y conocerse mejor, así podrán aprender cosas nuevas de los demás.

En conclusión, lidera marcando el camino. Como suele decirse, hay que liderar desde el ejemplo. Los empleados seguirán tus pasos, así que está en tus manos decidir el ejemplo que quieres darles. Esto dependerá mucho de la misión y la filosofía de tu empresa. Pero recuerda que, si adoptas hábitos constructivos y dejas atrás los que no llevan a ninguna parte, podrás marcar el camino a los empleados.

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