Architect Bio: Francis Kéré

Es el más reconocido arquitecto burkinés de África y también del mundo, por sus innovaciones siempre inspiradas en la geografía, en la tierra y en la cultura de cada uno de sus proyectos. Más allá de su fascinante historia personal, Francis Kéré se ha convertido en un embajador internacional de la arquitectura sostenible.

FrancisKéré

Hijo mayor del jefe de su pueblo, en Gando, Burkina Faso, Diébédo Francis Kéré fue enviado al colegio para aprender a leer y traducir la correspondencia de su padre. Dada la ausencia de un colegio en Gando, dejó su familia a los 7 años para ir a vivir a la capital Ouagadougou y poder asistir a la escuela. Fue el primer niño de su pueblo que aprendió a leer. Años después, levantaba una escuela para que las nuevas generaciones no tuvieran que dejar su hogar para aprender. El caso de Francis sobresale por su excepcionalidad; pues las posibilidades de salir de un pequeño pueblo de África y convertirse en arquitecto es más un sueño que una realidad en la actual África.

Al concluir sus estudios, trabajó como carpintero en una ONG alemana y fue ahí donde recibió una beca para una práctica en Berlín. Completado el aprendizaje, Francis siguió su formación en Alemania, entonces en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Técnica de Berlín. Sin embargo, lejos de olvidarse de sus raíces y centrar su carrera en Europa, Francis estaba decidido a devolver a su comunidad la oportunidad que le había dado. Aún no había terminado sus estudios cuando ya tenía claro cuál era su proyecto: levantar un lugar en el que los niños de su pueblo pudieran aprender en condiciones dignas sin tener que abandonar su hogar, como tuvo que hacer él.

En 1998 creó la asociación Schulbausteine für Gando, ahora Kéré Foundation, con el objetivo de apoyar el desarrollo de su país, conjugando los conocimientos adquiridos en Europa con los métodos de construcción típicos de Burkina Faso. Acabados sus estudios en 2004, con el proyecto de una escuela de educación básica, terminó ese mismo año la construcción de la misma en su pueblo de origen. También en 2004 fundó su propio estudio de arquitectura, Kéré Architecture, con sede en Berlín.

Con fondos escasos, pero decidido a ayudar a su aldea, se vio obligado a pensar al margen de las convenciones para hallar soluciones aprovechando los recursos locales, tanto en lo que se refiere a materiales como a mano de obra y conocimientos prácticos. Transferir un modelo europeo a uno de los países más pobres del planeta, donde la electricidad y el agua potable escasean o no existen, no era una opción. Así comenzó una andadura que está transformando la vida de las comunidades de Burkina Faso y de otros lugares y está inspirando a nuevas generaciones de arquitectos del mundo entero.

La arquitectura de Francis conjuga los principios de la alta tecnología de la ingeniería con conocimientos tradicionales y materiales locales. Su enfoque pragmático "ensalza el carácter local", al complementar los recursos locales con las nuevas tecnologías para crear estructuras elegantes y duraderas que, entre otras características, permiten enfriar el aire circulante de manera natural. "Trato de arreglármelas con lo que hay disponible localmente. En África tenemos una gran población y una gran abundancia de materiales autóctonos, así que recurro a ello para construir edificios", dijo. Obtener el apoyo y la confianza de la comunidad local es fundamental para el trabajo de Francis: "La gente tiene que formar parte del proceso. Capacitamos a la población del lugar para utilizar materiales locales de forma diferente en las edificaciones. Es muy simple, pero eficaz, es importante estimular a la gente a usar la arquitectura para forjar su propio futuro. Es la única forma de crear algo que podamos denominar sostenible".

La Escuela Primaria de Gando se llevó a cabo gracias a la ayuda recolectada por su fundación y la cooperación de toda la comunidad local. El complejo comprende varias instalaciones: casas para profesores, zona de deportes, biblioteca y las aulas. La techumbre está realizada en metal corrugado y está dispuesta en voladizo, arrojando sombra sobre la fachada, haciendo que circule el aire y protegiendo contra la lluvia. Esta escuela recibió el premio de Aga Khan en 2004, premio que se otorga a los edificios innovadores construidos en el mundo musulmán, pues en solo cuatro años, la cantidad de niños se había multiplicado y la escuela necesitó una ampliación. Se repitieron las estrategias y técnicas que habían tenido éxito en el primer edificio pero con algunos elementos nuevos, como la sustitución del tejado plano por una bóveda tabicada que favorece la climatización pasiva del interior con la circulación natural de corrientes de aire, o la introducción de ventanas de colores con amplios alféizares para que los niños descansen. Fue un ejercicio de participación colectiva de todos los miembros de la comunidad que, durante la fase final del proceso, contribuyeron al apisonamiento y alisado del suelo al son de los tambores.

El estudio de Francis ha realizado obras en Europa que han sido aplaudidas por la crítica, recibiendo premios internacionales, sobre todo en el ámbito de arquitectura sostenible. Ejemplos de ello son el premio Global Locus de Arquitectura Sostenible 2009 y el Green Planet Architects Award en 2013. Sus proyectos en Alemania van desde una escuela basada en las directrices de la pedagogía Waldorf a un escenario satélite del teatro Volksbühne, situado en el aeropuerto berlinés de Tempelhof, que dejó de estar operativo para los pasajeros hace diez años y desde 2015, ha acogido a más de ocho mil refugiados.

Uno de sus proyectos más aplaudidos fue el Serpentine Pavilion en el Hyde Park de Londres, donde el arquitecto utiliza también sus orígenes para dar vida al conjunto. Se trata de un edificio concebido en forma de árbol, debido a que en Burkina y otras partes de África la gente se reúne en torno a ellos para relacionarse. Trayendo este recurso al mundo desarrollado, crea una estructura con cubierta de acero, que protege de la lluvia y por la que, a la vez, entra luz.

También, la edificación de la Escuela Secundaria de Gando, para que los estudiantes puedan continuar con sus estudios, una biblioteca y un centro de mujeres para incentivar la unión social y económica en la comunidad, han sido algunas de sus obras más representativas. Además, en colaboración con la Academia de Arquitectura de Mendrisio (Suiza), el Atelier Gando, será un lugar de encuentro entre artesanos, constructores, arquitectos y estudiantes, que funcionará como centro de construcción sostenible y permitirá intercambios con alumnos de otros países.

En 2019, hizo una instalación vibrante creada para el programa de arte del Festival de Música y Artes del Valle de Coachella, Sarbalé Ke fue el título de esta obra, que significa “la Casa de la Celebración” en Moore, un idioma hablado en partes de Burkina Faso. Fue inspirada por el árbol baobab de Burkinabè, Sarbalé Ke explora su mundo interior, ya que a medida que el árbol crece, sus huecos y tragaluces se desarrollan en todo el tronco central. Es profundamente valorado como un hito comunitario y venerado por sus usos medicinales y nutricionales.

La instalación presentó 12 torres baobab, reflexionando sobre el material, la textura y el diseño espacial de la arquitectura en su lugar de nacimiento, Gando. En el centro de la instalación, el baobab más alto alcanza una altura de 19 metros, seguido de uno de 18 metros, luego de 17 metros. Estos tres se unen, formando el mayor espacio de reunión. En el corazón del pueblo, las torres baobab crean espacio para que los visitantes fluyan a través de los troncos desde todas las direcciones. Esto da paso a un interior lleno de luz, con ventilación natural y sombra, que evoca la maravilla de la luz del día en el corazón de un baobab y responde a la necesidad inmediata de sombra en el sofocante clima primaveral de Coachella. Al mismo tiempo, las capas de las diferentes patas de la torre crean un bosque de tonos cálidos y fríos para que los visitantes exploren.

Esta trinidad de las torres de baobab más altas está rodeada por otro conjunto de tres, que giran en sentido horario desde el centro de la instalación. Alrededor de la periferia de la instalación, otro conjunto de seis torres más pequeñas proporcionan espacios de reunión más íntimos. Durante el día, su diseño radial permitirá que los rayos de luz entren en la estructura. A medida que se pone el sol, las torres de baobab se iluminan desde adentro, funcionando como fuente de luz y punto de referencia que ilumina los terrenos del festival durante la noche.

Típico de su trabajo, los materiales fueron seleccionados con consideraciones de asequibilidad y disponibilidad local. El acero sirve como elemento estructural primario para cada torre de baobab. Los paneles triangulares de madera se sostienen en azules mate, naranjas, rojos y rosas; cuando el sol toca las superficies exteriores de las torres, la instalación se comunica con su entorno mediante la adopción de una nueva colección de sombras y reflejos, una referencia a la paleta de colores simbióticos de los amaneceres y atardeceres de Coachella con la cordillera cercana. Después del festival, Sarbalé Ke fué trasladado a su ubicación permanente en el Valle Este de Coachella, donde sirve como un pabellón de reunión pública.

Sin duda, es un arquitecto magnífico cuyo trabajo presenta una carga social extrema y una vinculación muy profunda con su país, te invitamos a ver su conmovedora TedTalk aquí.